Es el nombre de la película que vi ayer por la noche, estuve a punto de cambiar
de canal,al principio no me engancho, no sé, la vi como rara.
La película en cuestión trataba del atentado sobre Las
Torres Gemelas, el triste atentado que
conmociono al mundo entero, como todos sabemos ocurrió un Once de Setiembre del
2001, la película es protagonizada por Tom Hans, los demás artistas son
desconocidos para mi , Tom es padre de un niño de unos trece,o catorce años un
niño de mente abierta, inteligente poco común para un niño de esta edad, un
chico que el padre con juegos le enseña a pensar al tiempo que desarrolla su
mente.
En el atentado muere el padre después de ocho intentos para
contactar con su familia por teléfono no lo logra, y muere sin poder decirles
lo mucho que él y su madre significan para el .
Al poco de morir el padre , encuentra una llave que no sabe
que abre, y se propone averiguar lo que para él es un misterio, y se lo propone
como un reto personal.
La película transcurre como si fuera una maratón de pruebas
, el niño tiene una rabia interior que no le deja vivir en paz, está enfadado
con todos los que le rodean y con el mundo entero, que porque cuento esto,
seguramente la película fue vista por infinidad de espectadores.
El mensaje de la película es real , como la vida, en ella se
demuestra el amor que las madres tenemos hacia nuestros hijos, la protección
que ejercemos sobre ellos, cuando al fin el chico se derrumba ante su madre,
ella le dice que lo sabe todo, que ella le ha estado allanando el camino para
que no tropezara más que lo necesario.
Que no haríamos para que nuestros cachorros no padecieran,
pero caerse y volverse a levantar es parte de la enseñanza de la vida, la vida
es una carrera de obstáculos que tenemos de aprender a sortear, aunque
naturalmente el instinto de protección siempre va con nosotras, Las Madres de
la vieja escuela, porque ahora a los niños los crían ñoños parece que crezcan
entre algodones y así es imposible que sepan valorar la vida, lo bueno y lo
malo que de todo hay en el largo camino que tenemos de recorrer,
A todas las madres jóvenes, los niños necesitan saberse queridos,
caricias, besos y de vez en cuando una palmadita en el culito, y de seguro que
de mayores agradecerán esta palmadita, los chicos de bien pequeños te echan un
pulso para ver hasta donde les dejas llegar, son mas listos que nosotros, y
somos los adultos responsables de ellos los que tenemos que marcar la ruta a
seguir, marcar las pautas de la vida y que ellos sepan el limite, el limite lo
ponemos los padres como responsables de la tarea de educar a nuestros retoños.
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