Yo recuerdo
como era llena de vida nuestra casa, eran otros tiempos, ¿ mejores, peores?.No
lo sé, eran otros tiempos ya pasados, como pasa el tiempo, como pasa la vida.
Recorriendo
la casa, veo las habitaciones, ahora sin vida, vacías, pero aunque estén sin
vida física todavía se puede oler el aroma de las personas que con su presencia
las habían hecho suyas, las habían adornado con su personalidad. La de Laura,
mi madre, tiene este olor tan característico de “Nenuco”. No es ninguna tontería, es que en su habitación había un difusor de esta colonia, fragancia que a ella le gustaba, la misma que llevaron mis hijos cuando eran bebés.
Al principio
te instalas en un piso, a poder ser grande, pensando en la familia que quieres
formar, y casi siempre lo consigues, la familia crece y las necesidades de
espacio también, poco a poco, el piso va menguando, los chicos necesitan
espacio.
Aún me
parece ver a mis hijos dentro de sus respectivas habitaciones, liados con sus tareas, tan
importantes que son en plena adolescencia, cada uno, con sus preferencias que dicho sea de
paso eran totalmente diferentes, pero aunque tan dispares ellos se
complementaban muy bien.
Antes vivíamos seis personas, tres generaciones bajo el mismo techo pero nunca fue un obstáculo para vivir en concordia, la clave es darle el espacio necesario a cada habitante de la casa, tener respeto para con los demás si quieres ser respetado tu mismo.
Poco a poco el piso se convierte en pisito, no es que el piso haya menguado, lo que pasa
que las necesidades de sus moradores han aumentado, la vida sigue su ritmo,
y la naturaleza va reclamando lo que le
pertenece, como dice la Biblia, polvo al polvo, polvo eres y en polvo te
convertirás.
El primero
en volar, por edad, fue el Abuelo Luis. Pero es que después en cinco años, del nido han volado tres más y es fácil decirlo
pero no es fácil para digerirlo. Es duro, muy duro.
Ahora recorriendo el piso, contemplo las habitaciones y ellas duermen solas, sin vida que iluminen su día, con este silencio de pasillos vacios, a veces crees, porque lo necesitas, oír la presencia de tus seres tan queridos y añorados, que no daría para poder rebobinar la vida, para que todo fuera como antes.
Que nadie
crea que a mí la soledad me pesa, para nada, a mi la soledad me gusta, esto
para mi es nuevo, entrar y salir sin que nadie fiscalice mi vida no lo había vivido
nunca. Llegar a la hora que mejor me acomode sin pasar el control.
Con esto no
quisiera que nadie piense que carezco de sentimientos hacia todos los que me
faltan, no es esto pero nos tenemos que tomar la vida tal y como viene, no nos
queda otra, nadie sabe lo que daría porque no me faltara ninguno de los míos,
pero soy persona creyente aunque poco practicante, personalmente pienso que
todos venimos aquí con una misión que cumplir y cuando terminamos la tarea
encomendada, volamos hacia el infinito.
He llorado
lo mío, ¡mucho o poco! esto queda en mi intimidad pero el tiempo me
ha hecho reflexionar, y he comprendido que llorar solo sirve para ensuciar los
pañuelos, que por mucho que le des a la lagrima, ellos no van a volver, y tu lo
único que consigues es deprimirte, y
este gusto no se lo voy a dar a nadie, es algo que durante muchos años
se ha vivido en casa y esto desgasta muchísimo tanto a las personas que viven
en el núcleo familiar, como a las
relaciones familiares, es de locos.
Que la casa está
vacía, yo la lleno con mi música sin que nadie me condicione, con películas de
buen cine y con las comidas con mi querido Oscar y con alguna amiga que alguna
vez le acompaña, lo único que me queda y me importa, el es la razón de mi existencia.
La soledad
está en la mente de cada uno, y lo que nuestra cabeza nos quiere hacer ver, hay
gente que teniendo la casa llena, está
sola, por no saber enfocar la situación que le ha tocado vivir, la vida esta
para vivirla, solo tenemos una y no es demasiado larga el ser humano tiene de
promedio unos ochenta años de vida, yo creo que no es para desperdiciarla, a la
medida de las fuerzas de cada uno, “a vivirla a tope”, y después si hay resaca
una aspirina y vuelta a empezar.
Hoy, acabo de enterarme, que es el día internacional
de la soledad, hasta para esto hay un día, como ahora se celebra cada día una
cosa, llegara que faltaran fechas en el calendario para tanta celebración .
Recuerda que
muchas veces el silencio es la mejor compañía que la vida te puede ofrecer, porque
estar acompañados muchas veces, de
necios no vale la pena, ya saben el refrán ¡ más vale estar solo que mal
acompañado! .
Yo no suelo
dar consejos, como tampoco me gusta recibirlos, si me equivoco me gusta hacerlo
por mi misma .
Solo unas
breves reflexiones:
La lengua
prácticamente no pesa nada….
Pero son
pocas las personas que la pueden sostener.
Preocúpate
solo de tus asuntos, lo que se hace en la vida, tiene eco en la eternidad.
Aprende las
reglas del juego, y luego infringe alguna.
Y no te fíes
nunca de la persona que no cierra los ojos al besarte( no es de fiar).
Reflexionar
sobre estas breves frases, con el tiempo lo vais agradecer.
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